El defensa central donostiarra Iván Campo se formó como futbolista en las categorías inferiores del Club Deportivo Logroñés. A los 19 años llamó la atención de los técnicos del Alavés, que lo ficharon en 1993 para reforzar al conjunto de Mendizorroza. En sus dos primeras temporadas se fue asentando en el primer equipo, disputando un total de 34 partidos en la Segunda División B y logrando el ascenso a la categoría de plata en 1995. Ya en Segunda División, el joven central comenzó a destacar por su fortaleza física y contundencia defensiva, por lo que en el mercado de invierno se inició una puja por el jugador que terminó ganando el Valencia, que lo dejó cedido en el Valladolid hasta final de temporada. Jugó 24 partidos con el conjunto castellano en Primera División, siendo uno de los jugadores más destacados del equipo.
Contrariamente a lo que se preveía, Iván Campo no tuvo suerte en Mestalla. Le tocó vivir una convulsa etapa en la que el técnico Luis Aragonés presentó su dimisión y el nuevo entrenador, Jorge Valdano, tenía una visión del fútbol que no casaba con las características de Iván. Jugó sólo 9 partidos oficiales entre Liga, Copa y UEFA, y le marcó un gol al Espanyol en la última jornada de Liga. Esa fue toda su aportación ya que al finalizar el curso, el preparador argentino le incluyó en el lote de jugadores que fueron despachados al Mallorca. Pero el jugador, dispuesto a triunfar bajo cualquier circunstancia, demostró que los técnicos del Valencia se habían equivocado con él, completando una espectacular campaña con el conjunto balear. Titular indiscutible durante 43 partidos, llegó a ser convocado por Javier Clemente y debutó con la selección española el 25 de marzo 1998 contra la selección de Suecia.